¿DEBES BAÑAR A TU PERRO EN INVIERNO?
Cuando bajan las temperaturas, no solo sentimos el frío los humanos. Nuestros perros también lo sienten. Por eso, es lógico que surja la duda sobre si debes bañar o no a tu perro en invierno.
Algunos perros son más vulnerables al frío que otro, especialmente aquellas razas que son más pequeñas o tienen poco pelo, y necesitan una ayuda extra en invierno en forma de abrigos. En cambio, hay razas que están preparadas para habitar en lugares muy fríos sin problema.
El pelaje y la piel de los perros sigue un ciclo natural que los prepara para enfrentarse a las bajas temperaturas, segregando aceites naturales que les ayudan con esa protección. Por eso, algunos expertos, consideran que bañar a tu perro en invierno es un grave error. Esto se debe a que interfiere con esa protección natural eliminándola y dejando al perro más vulnerable frente al frío.
Si sientes la necesidad de bañar a tu perro en invierno por su olor corporal o porque se ha ensuciado durante un paseo, presta atención a los siguientes consejos.
Cómo bañar a tu perro en invierno
- Prepáralo todo antes del baño
Prepara todas las cosas que vayas a necesitar antes de comenzar: champú, toalla, secador… de esta forma no tendrás a tu perro esperando en el baño. Cepíllalo antes de meterlo en el baño, de esta forma ya habrás eliminado nudos, suciedad superficial y enjabonarlo será mucho más rápido y fácil.
- Enciende la calefacción
Es aconsejable que enciendas la calefacción del hogar o un calefactor de baño para que la temperatura sea más agradable en el lavabo. Eso sí, sitúalo donde tu perro no pueda alcanzarlo.
- Un baño rápido
Lo más aconsejable es usar agua tibia para mojar a tu perro enjabonarlo rápido para quitar la suciedad y aclarar. ¡No te entretengas!
4. Sécalo nada más terminar
Nada más terminar el baño deberás secar a tu perro, envuélvelo en una toalla para eliminar el exceso de agua. Tu mascota sacudirá de manera natural todo su cuerpo para secarse.
Luego, debes emplear el secador de pelo para que no salga mojado del baño. El aire no debe estar muy caliente y debes mantenerlo a una distancia prudencial para no quemarle la piel.